Bandas organizadas que han saqueado España para los proximos 50 años
Ángel Rizaldos y Guillermo Marcos, vocales de la Comisión de Disciplina Social y la Junta Electoral del Real Madrid respectivamente, comieron varias veces juntos y abonaban cada uno la misma factura con sus respectivas tarjetas negras.
"Mi consejo es que leas hasta el final"
Ángel Rizaldos y Guillermo Marcos, vocales de la Comisión de Disciplina Social y la Junta Electoral del Real Madrid respectivamente y poseedores ambos de sendas tarjetas opacas de Caja Madrid, realizaron con ellas tres sorprendentes pagos después de comer juntos.
El 13 de mayo de 2004 a las 17 horas, 29 minutos y 28 segundos, Rizaldos pasó su tarjeta 'black' por el datófono del Asador Donostiarra. El importe, 385,20 euros. Exactamente 35 segundos después, a las 17:20:03 horas, Marcos hizo la misma operación en el mismo restaurante madrileño y la factura fue idéntica: 385,20€.
Siete meses después, el 22 de diciembre, la operación se repirtió en el Hotel Restaurante El Currito. También con escasos segundos de diferencia, Rizaldos primero y Marcos después hicieron sendos desembolsos de 281,20 euros con sus tarjetas tras una prolongada comida (eran casi las seis de la tarde) . Casi un año después, la noche del 2 al 3 de noviembre de 2005, el escenario fue el Restaurante El Espigón. Pasada la 1 de la madrugada cada uno pagó por una copiosa y cara cena 503,60 euros.
Rizaldos, consejero de la entidad bancaria a propuesta de Izquierda Unida, y Marcos, miembro de la Comisión de Control de Caja Madrid, forman parte de la Unión de la Pequeña y Mediana Empresa (Unipyme). Además, Guillermo Marcos preside la Asociación de Empresas Auxiliares de Comercio Exterior (AEACE) y Ángel Rizaldos es el secretario general.
Es decir, ambos mantienen, o mantenían, una relación como empresarios además de compartir colores futbolísticos. Se conocían y, por tanto, no es extraño que comieran juntos y pagaran con sus tarjetas. Lo extraño es esa duplicidad de facturas. La justificación sería que se repartieron exactamente al 50% el importe de esas comidas. Que pagaban a medias, vamos. La pregunta sería entonces: ¿cuántas y qué personas fueron los comensales que se beneficiaron de esos tres pagos en 'black'?
La otra opción es mucho más peliaguda. Porque se trataría de facturas duplicadas, algo que Guillermo Marcos ya hizo en solitario. El vocal de la Junta Electoral madridista pasó con su tarjeta varias comidas realizadas el mismo día y a la misma hora en idénticos restaurantes.
Tanto Rizaldos como Marcos han desaparecido de la web oficial del Real Madrid. Nadie ha comunicado oficialmente ni su destitución ni su renuncia, pero sus nombre ya no figuran ni en la Comisión de Disciplina Social ni en la Junta Electoral.
Hay un tercer hombre de Florentino Pérez afectado por el escándalo de las tarjetas. Es Luis Blasco Bosqued, miembro de la Comisión de Control de Caja Madrid y vocal de la Junta Directiva blanca. Gastó 51.689 euros tirando de su tarjeta opaca, pero aparentemente no coincidió en ningún restaurante con Rizaldos ni con Marcos.
El desembolso total con la tarjeta de Ángel Rizaldos González asciende a 20.100 euros, mientras que el de Guillermo Ricardo Marcos Guerrero fue de 130.947,43.
Una formula para ponerselo dificil a estos ladrones bastardos de la casta, la limitación de mandatos. Otra, la reforma del codigo penal: un delito no juzgado no puede prescribir. Se tiene que investigar los ultimos 30 años de la casta.
Un ejemplo: Pepe Acosta es cuñado de "chaparro" exalcalde de Collado Villalba, Mansilla, pedro antonio martin marin mano derecha de esperanza aguirre...La ruta Collado Villalba Andorra; guardias civiles haciendo de correos. Este es solo un ejemplo de bandas organizadas para el delito. Hasta hoy impunes. Malditos sean. continuará...
Todo lo que "huela" a socialista tiene que ser investigado por la UDEF
Dos nombres llevan camino de comerse todo el marrón de Caja Castilla-La Mancha: Juan Pedro Hernández-Moltó e Ildefonso Ortega. ¿Y MAFO qué?
El expresidente y exdirector general de la entidad financiera pública castellanomanchega se enfrentan en solitario a un proceso judicial por la concesión de créditos y tratos de favor de los que se beneficiaron, sobre todo, "amiguetes del ladrillo".
Con todos los ojos puestos en las tarjetas black de Caja Madrid, el proceso de CCM se ha convertido en una referencia. La caja castellanomanchega, primera intervenida por el Gobierno en 2009, presenta similitudes con su homónima madrileña pero también notables diferencias. De ahí que sea tan escrutada por las diferentes partes embarcadas en los procesos de otras cajas.
Por el momento, las responsabilidades de CCM caen directamente sobre Hernández-Moltó y Ortega después de que Pablo Ruz decidiese archivar las causas contra los siete miembros de la Comisión Ejecutiva.
El único clavo al que agarrarse que han tenido ambos es al hecho de que el juez haya apreciado que no hubo enriquecimiento manifiesto. Claro que la cuestión, en este caso, no son gastos elevados de los directivos, sino la entrega de créditos millonarios a empresas y sociedades que no habrían pasado los trámites habituales para ello.
Algo que podría haber sucedido también en Caja Madrid y que constituiría una nueva lista de la vergüenza después del escándalo de las tarjetas black.
Créditos a los amiguetes del ladrillo
Algunos antiguos consejeros de la Caja castellanomanchega han reconocido que muchas de las operaciones se aprobaban por la vía de urgencia sin otra alternativa que la que tomaron algunos de ellos: abandonar el Consejo.
El problema es que, además, buena parte de esos créditos fueron a parar a empresas que dejaron tras de sí un rastro de fracaso. Es el caso de Zenit Inversiones, de la estrella estrellada Luis Portillo, que obtuvo 60 millones de euros de CCM y que terminó en liquidación en un juzgado de Sevilla.
Pero la matriz de Portillo, a partir de la que se embarcó en Colonial, no fue la única beneficiaria. El empresario consiguió cerca de otros 60 millones para la inmobiliaria en créditos. Colonial también entró en turbulencias con Portillo dentro de su accionariado, aunque, ya sin él y con el apoyo de Juan Miguel Villar Mir, volvió a remontar el vuelo.
No le fue mucho mejor a T-Solar, que pasó de ser el segundo fabricante de placas solares de España a terminar en concurso de acreedores. Y eso pese a los 65 millones en subvenciones y créditos de entidades públicas que, según varios medios, habría recibido, entre otros, de CCM pero también de Caja Burgos o Caixanova.
Otro beneficiario de los créditos de la etapa Moltó fue el Grupo Lábaro, entrado en concurso de acreedores en 2008, antes incluso de la intervención de CCM.
Entre los créditos se encuentran también los referentes a empresas de la región como Renovalia -de renovables y con participación en el aeropuerto de Ciudad Real- o el Grupo de Negocios Urbaja, de los hermanos Barco, vinculados a su vez al empresario Domingo Díaz de Mera, considerado el empresario más poderoso de Castilla La Mancha en su momento y persona muy cercana al expresidente autonómico José Bono y a su sucesor, José María Barreda.
Promotor del aeropuerto de Ciudad Real, a Díaz de Mera también le puso la lupa el juez Castro por el Caso Nóos.
La burbuja del ladrillo en Castilla-La Mancha tuvo mucho que ver con los créditos a condiciones ventajosas de CCM. Pero su estallido también afectó a la entidad pública y, de paso, a las arcas del Estado con un rescate de más de 7.000 millones de euros.
¡Todos tienen que ser investigados. Absolutamente todos!
Lo de PODEMOS está por ver. Lo de la casta sucia y mafiosa está mas claro que el agua
Si votamos les legitimamos. No votar o votar en blanco. Si quieres botar hazlo sobre las tripas de estos HdP.
Angel Velazquez
esmarconi@hotmail.es
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